Almadén es la cabecera de comarca y el pueblo más grande de la comarca. Situado, aproximadamente, en el centro poblacional, tiene una amplia y variada historia que gira, básicamente, entorno a sus minas de mercurio.
Actualmente cuenta con 5000 habitantes y se encuentra situada sobre 3 colinas que provocan que la localidad tenga gran cantidad de pendientes y desniveles, conformando una peculiar geografía urbana.
Aunque no se sabe exactamente cuándo se empezaron a explotar las minas, existe constancia de estar en funcionamiento explotaciones de mercurio en la zona de Sisapo en época romana. Era muy valorado entonces el pigmento rojo bermellón para vestir y adornar a la nobleza romana. En época árabe existen ya testimonios que dan fe de la existencia de las minas, mencionándose sus labores, número de trabajadores, profundidad…
Al ser reconquista esta zona a los musulmanes, Almadén pasó a estar dentro de la Orden de Calatrava. Esta explotó las minas arrendándolas a particulares. Desde 1525 y hasta 1645 unos de los propietarios particulares más famosos y que más influencia tuvo sobre la historia de la población, fue la familia Fugger, o Fucares.
En esta época el mercurio se convirtió en un mineral estratégico al ser vital en la economía del Imperio español. Las técnicas de amalgamación permitían extraer con gran eficiencia la plata de la roca, siendo necesario para ello el mercurio. A partir de entonces, mitad del S.XVI, el mercurio se exportó en grandes cantidades a América para que luego la plata retornase, en parte, a España.
Este proceso hizo que, por lo general, el estado, que retomó el control sobre las minas en 1645, introdujera en Almadén diversos métodos y tecnologías que situaban esta localidad a la vanguardia minera de Europa.
Fruto de esto, por ejemplo, se fundó en Almadén en 1777 la primera Escuela de Minas de España y cuarta en el mundo, para formar a nuevas generaciones en todo el proceso de extracción del mineral.
Almadén sufrió durante el S.XIX numerosos envites históricos, como la invasión francesa y y las Guerras Carlistas que hicieron que la localidad sufriera numerosos daños.
Es imposible desligar la historia de Almadén de sus minas. Gran parte de la infraestructura urbana de la localidad está directa o indirectamente relacionada con las minas. Desde la Real Cárcel de Forzados (de la que actualmente solo quedan restos), hasta la única Plaza de Toros Hexagonal del mundo o el Hospital de Mineros de San Rafael, todos tienen una fuerte relación con las minas de mercurio.
Igualmente, las costumbres y tradiciones de la localidad se han visto totalmente influenciados hasta la actualidad por la minería.
Desde los años 80 hasta 2024 Almadén sufre una constante pérdida de población fruto del cierre definitivo de las minas en 2003. No obstantes estas se reconvirtieron en un Parque Minero listo para recibir visitas y recorrer las diversas instalaciones. Igualmente se han creado distintos museos en la localidad y reformado otros edificios para aumentar los atractivos locales turísticos.
En 2012 diversos edificios y zonas de la localidad, junto a Idrija, son declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, suponiendo esto un reconocimiento a la importancia histórica de las minas de Almadén.