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Ayer viernes se celebró en Chillón un acto homenaje a distintas mujeres de la comarca por el Día de las Mujeres Rurales. Un encuentro muy emotivo en el que se puso de manifiesto la importancia manifiesta de la mujer en el medio rural.

Un acto cuyo anfitrión, el pueblo de Chillón, no pudo escoger mejor su lugar de celebración, Finca La Peraleda. Al homenaje que acudieron Blanca Fernández Morena, la Delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, y Sara Simón Alcorlo, Consejera de Igualdad del Gobierno de Castilla-La Mancha, que acompañaron a la anfitriona y alcaldesa de Chillón, Manuela Escudero. El acto fue presentado por Tere Rodado de Radio Miguelturra.

Así mismo, todas las homenajeadas estuvieron acompañados por representantes de sus respectivos ayuntamientos que no quisieron dejar de acompañar a estas mujeres en un día tan importante.

Tras el acto homenaje en si, las más de 400 mujeres asistentes pudieron contemplar una exposición y asistir a un teatro en el Salón Municipal de Chillón y finalizar el día con unas migas manchegas.

Las homenajeadas fueron:

Mª DE LOS ÁNGELES TALAVERA RUIZ-CALERO.

Mari Ángeles es una referencia en Chillón, aunque fue desde su puesto como directora de la Universidad Popular donde desplegó su verdadera vocación: transformar la vida de las mujeres rurales a través de la educación y la cultura.

Su dirección marcó un antes y un después en la forma en que las mujeres de este municipio se integraron en la vida pública y se empoderaron a través del conocimiento.

Pero su gran logro no fue solo ofrecer conocimientos, sino crear un espacio seguro y acogedor donde las mujeres se sentían valoradas y motivadas a crecer.

En la Universidad Popular, las participantes no solo aprendían, sino que creaban vínculos, compartían experiencias y se apoyaban mutuamente en su camino hacia el empoderamiento.

Además, fue también presidenta de la Asociación de Mujeres Rumbrosa. Su legado es inmenso y, aunque tuvo que jubilarse de manera anticipada debido a una enfermedad visual, su impacto sigue vivo en cada proyecto, en cada curso y en cada mujer que tuvo la oportunidad de formarse bajo su dirección.

VERALIDES SEPÚLVEDA LÓPEZ

Natural de Alamillo y una mujer que es un verdadero ejemplo de vida y dedicación a los demás.

Como muchos otros alamilleros de su época, en los años 70 emigró primero a Bilbao y luego a Barcelona, buscando mejores oportunidades. Sin embargo, antes de su partida, había conocido de primera mano la dureza del trabajo en el campo en su Valle de Alcudia, donde se dedicó, entre otras cosas, a la producción de carbón de encina (un recurso muy demandado en aquellos tiempos).

En los años 80, Veralides decidió regresar a su querido Alamillo, trayendo consigo no solo su experiencia y sabiduría, sino también un profundo compromiso con los demás. Fue entonces cuando fundó la primera Asociación de Mayores del pueblo, convirtiéndose en un pilar fundamental para los mayores de la comunidad.

Su capacidad para socializar y conectar con las personas la llevó también a recuperar las tradiciones populares de Alamillo, revitalizando el patrimonio cultural que tanto significaba para ella y para su gente.

A pesar de no haber tenido la oportunidad de estudiar formalmente, Veralides encontró en la poesía y la narración oral su propia manera de expresarse.

Se convirtió en una cuentacuentos muy querida, transmitiendo su amor por la cultura; una pasión que heredó de su madre, una mujer apasionada por las novelas radiofónicas. De hecho, su singular nombre, Veralides, lo tomó de uno de esos personajes de ficción que su madre admiraba.

Hoy, con 90 años a sus espaldas, sigue siendo un faro de energía y generosidad. Ella representa los valores más profundos de nuestra comarca: la solidaridad, el trabajo incansable y la preservación de nuestras raíces.

 MARÍA DEL MAR MORALES PARRALEJO

Nuestra siguiente protagonista vive en Valdemanco del Esteras, un municipio de tan solo 160 habitantes. Hablamos de MARÍA DEL MAR MORALES PARRALEJO, una mujer fuerte, luchadora, emprendedora e inasequible al desaliento.

María del Mar es hija de Almila y Antonio. De su madre heredó la valentía de seguir adelante a pesar de las adversidades. Almila, sin apenas saber leer y escribir, abrió una tienda de comestibles sin dejar de ayudar nunca a su marido en el bar que regentaba.

Cuando su madre se jubiló, fue María del Mar quien se hizo con las riendas de la tienda y también del bar, siguiendo con el legado de sus padres.

Y en tiempos en los que los pequeños negocios parece que tienen que hacer malabares para sobrevivir, ella es quien mantiene a flote la única tienda del pueblo, demostrando que los negocios tradicionales también son sostenibles en los municipios más pequeños.

Pero, sobre todo, se convierten en vitales en lugares como Valdemanco del Esteras, donde el número de personas mayores es muy elevado y no tienen otra opción para hacer sus compras diarias.

BENITA LAGUNA MEJÍAS

Ahora viajamos hasta Saceruela, donde si mencionamos las “tortitas de Beni”, todo el mundo sabe que estamos hablando de BENITA LAGUNA MEJÍAS.

Mujer trabajadora que, como muchas otras, emigró a Barcelona en busca de una oportunidad. Con tan solo 17 años, está profundamente implicada en la vida social de su municipio, formando parte, de manera altruista, de la Asociación de Amas de Casa, de cuya directiva forma parte desde hace años, así como de la Junta Local de la Asociación Española contra el Cáncer.

El amor por quien fue su compañero de vida durante 50 años, Inocente, la trajo de vuelta a su tierra, donde trabajó en la Finca de Emilio Botín cuidando la casa mientras su marido trabajaba como tractorista.

También trabajó como limpiadora de guarderías hasta que Inocente se jubiló y volvió a Saceruela, el pueblo que tanto ama y del que ya no volvió a marcharse.

Allí incluso regentó el bar de jubilados donde comenzaron a hacerse famosas las tortitas de las que hablaba al principio.

Aunque la vida le dio un tremendo revés con la muerte de su marido, Beni no dejó de luchar, y lo hizo tejiendo redes con otras mujeres en la asociación con las que, asegura, sigue haciendo una de las cosas más importantes de esta vida: Reír.

MARÍA ÁNGELES ZARCERO RUBIO

Viajamos ahora hasta Guadalmez, de donde era natural MARÍA ÁNGELES ZARCERO RUBIO, a quien hoy reconocemos a título póstumo.

En este caso ella no emigró a Barcelona porque se quedó ayudando a su madre a cuidar a su padre, pero sí lo hicieron sus hermanos, a quienes enviaba los quesos que hacía por la noche cuando ya estaba casada y tenía 5 hijos a los que mantener.

María Ángeles fue costurera y enseñaba a otras jóvenes, y hacía lo que fuera para garantizar el futuro de sus hijos, incluyendo su paso por la universidad.

Si hubiera nacido en otra época, seguramente habría logrado muchas más cosas, como por ejemplo aprender a conducir, algo que no le permitió su padre.

Pero además de una gran madre, trabajadora sin descanso, fue también una pieza indispensable en la vida de su pueblo. Como dice su hija, estaba en todos los “saraos” y fue Presidenta de la Hermandad de la Virgen de los Dolores; directiva de las Amas de Casa de Guadalmez; y además colaboraba en los Carnavales, en San Sebastián, en el encuentro de Villancicos… Y en todo lo que se organizara en el pueblo, conservando sus tradiciones, sonriendo a la vida y a sus vecinos aún en los momentos más difíciles, como sendos accidentes de dos de sus hijos o la muerte de su marido.

Esa sonrisa y esa bondad y la disposición siempre a colaborar para que su pueblo fuera un poco mejor cada día, es lo que recuerdan quienes la conocieron, y la definen como una gran mujer, una gran abuela y una gran amiga que nunca tenía un no por respuesta si se trataba de sus vecinos.

HERMANAS PIZARROSO

Ahora viajamos hasta Almadén, de donde son las hermanas Pizarroso. Pero esta no es solo una historia de unas hermanas, sino también de la generación que las precedió personificada en su madre María, y la que les sigue, a través de Veronica.

Ana, Pilar y Rocío son las HERMANAS PIZARROSO, gerentes de la Estación de Servicio “El Cristo” de Almadén, y su historia comenzó realmente con su madre, María Sánchez, quien se convirtió en una de las primeras mujeres en trabajar en este sector en 1976.

Reconocen que su madre ha sido un referente desde que comenzaron a hacerse plenamente cargo del negocio familiar, allá por el año 2000 ya que tuvieron que desenvolverse, siempre con éxito, en un mundo de hombres.

Durante estos años no han dejado de trabajar para fortalecer su negocio, han sido reconocidas por el propio sector, y han ido ampliando con nuevas líneas, como el servicio de gasoil a domicilio que, por cierto, ha implicado a una nueva generación de estas mujeres, a Verónica, la hija de Ana, que fue la primera conductora de este servicio. Sin duda, una generación de mujeres luchadoras con pasado, presente y futuro.

LAURA LOZANO CABANILLAS

Nuestra siguiente parada es Almadenejos, de donde es LAURA LOZANO CABANILLAS. Es una mujer joven y emprendedora, con ganas de trabajar y de contribuir a mantener vivo su pueblo.

Ella regenta el único bar de Almadenejos y, quien conoce y vive en nuestros pueblos, sabe que los bares se convierten en una especie de centro social, en el lugar de encuentro, de compartir, de risas y de vida.

Con una firme apuesta por mantener este servicio en zonas rurales, Laura ha sabido combinar tradición y modernidad para revitalizar el negocio en su pequeña localidad. Su dedicación ha sido clave para la supervivencia del bar. Además, la definen como una magnífica cocinera.

Asimismo, su compromiso con el medio rural, su capacidad de adaptación y su pasión por el servicio, hacen de Laura un referente para muchas mujeres que, como ella, buscan generar impacto y mantener vivas las tradiciones en entornos rurales.

Y es que está muy implicada en la vida de Almadenejos y en sus fiestas y tradiciones, aportando a ellas toda su creatividad como, por ejemplo, en los Carnavales.

MARGARITA AGUILERA CASTILLO

Ahora vamos hasta Agudo, donde vive y trabaja MARGARITA AGUILERA CASTILLO, una ganadera de las que saben lo que es pisar la tierra y dejarse la piel en el campo.

Ella fue hija única y en su juventud ya comenzó a trabajar en la carnicería de sus padres hasta que se casó, y entonces comenzó a hacerlo en la ganadería, siendo titular de la explotación desde mediados de los años 90, tarea que compaginaba con la crianza de sus cuatro hijos.

Casada con un agricultor, éste falleció en 2014, cuando el pequeño de sus hijos tan solo tenía 9 años. Pero Margarita fue consciente de que tenía que seguir adelante y pasó a hacerse cargo de todo.

Desde entonces, lleva ella la ganadería con más de 500 ovejas y el cultivo de olivos, ayudada por sus hijos, sobre todo el pequeño.

Es una luchadora, con una paciencia infinita, que ha tirado de su familia y ha criado a sus hijos durante mucho tiempo sola, como lo sigue haciendo.

Margarita es una mujer fuerte, tanto en el ámbito familiar como en el laboral, donde siempre está a pie de campo cuidando al ganado en un sector que sigue siendo mayoritariamente de hombres.

CENTRO DE LA MUJER DE ALMADÉN

No hemos acabado aún nuestros reconocimientos porque una labor imprescindible con las mujeres de la comarca la realiza también el Centro de la Mujer de Almadén, que no solo dinamiza la vida de la zona con muchas actividades, sino que también es un pilar para resolver las consultas y prestar ayuda a todas las que lo necesitan.

MARÍA DEL CARMEN MÚGICA

Para acabar, aunque no por ello menos importante, nuestro último reconocimiento va para una de las mujeres de nuestros pueblos, cuya colaboración ha sido imprescindible para que hoy podamos estar celebrando aquí este acto.

Natural de Almadén, pero residente en Chillón, sabe bien lo que es luchar por mantener un negocio en el medio rural, y además hacerlo siendo un referente en su sector, que cuida hasta el último detalle y que ya cuenta con cientos de clientes satisfechos.

Y al frente de ello, una mujer incansable, María del Carmen Múgica.