Saceruela se encuentra situado al este de la comarca, siendo la primera localidad que uno vislumbra si llega desde Ciudad Real/Puertollano.
Se trata de una localidad asentada sobre 2 pequeñas colinas con una población de unos 500 habitantes aproximadamente.
Su nombre proviene de la raíz latina “Sacer” que, según el diccionario, se traduce como sagrado y “uela” que se puede traducir de distintas maneras: como los lugares por los que pasaban calzadas romanas o como un diminutivo que se aplicaba a lugares cuyo nombre anteriormente no poseía dicho diminutivo.
Se trata de una localidad muy antigua que se ha encontrado tradicionalmente en un cruce de caminos norte-sur y este-oeste por lo que en ella se cobraba la xoda y el portazgo (impuestos a la circulación).
Sus orígenes son inciertos porque, aunque en sus alrededores se han encontrados restos romanos, árabes y visigodos no se tiene constancia real de su existencia hasta 1183, cuando el rey Alfonso VIII concedió derechos a la Orden de Calatrava para adehesar las tierras de Saceruela.
En sus cercanías, incluso hoy en día, Saceruela cuenta con zonas de sierras y bosques y buena caza, herederos de aquellos que Alfonso IX relata como “privilegiada por la cantidad y calidad”. Las Relaciones Topográficas ordenadas por Felipe II para conocer sus dominios nos cuentan que Saceruela estaba rodeada de frondosos boques donde abundaban los osos y lobos llegando a ocasionarle heridas hasta a 21 vacas.
Sería en 1463 cuando se le concedió a Saceruela la independencia de Piedrabuena y le dio los anejos de Valdemanco y Gargantiel, que fueron parte de la villa hasta la Primera Guerra Carlista.
Este conflicto fue especialmente destructivo para la villa: la iglesia del pueblo, el antiguo ayuntamiento y muchas casas quedaron totalmente destruidas, perdiéndose además los documentos archivados en ellos sobre nacimientos, decesos, impuestos, propiedades… A tal punto llegó el estado de la localidad que fue, directamente, reconstruida más arriba de su ubicación original conservándose muy pocos restos de la ubicación original.
