Una de las tradiciones más destacadas de nuestra comarca que recientemente ha sido nombrada Fiesta de Interés Turístico Regional, son los Judas y Muñecas de Alamillo.
Esta fiesta, de origen agrario y que mezcla lo pagano y lo religioso, se celebra entre el Jueves Santo y la mañana del Domingo de Gloria. En ella se representa el final del invierno y se le da la bienvenida a la primavera, época de resurgir de la vida.
Durante la tarde del Sábado Santo los Judas y Muñecas que han elaborado los vecinos de Alamillo quedan expuestos en la calle principal para que puedan ser admirados. Normalmente, las figuras representan distintos hechos: desde tradiciones locales hasta asuntos de carácter nacional o internacional, los muñecos visten variados estilos luciéndolos a juego. Deben estar construidas en papel, salvo la cabeza, que puede ser de tela.
Por la noche las muñecas se atan de los brazos, se le prende fuego y la elevan en la Calle Nueva de Alamillo. Una vez tensada la cuerda, los jóvenes de la localidad le dan vueltas hasta que se deshace por efecto del fuego en un espectacular remolino. Es tradición entre los espectadores contar el número de giros que da cada muñeca hasta que es completamente consumida por el fuego.
Al día siguiente tiene lugar El Manteo de los Judas. Tras haber pasado la noche en los balcones de las casas de Alamillo, los muñecos son manteados hasta que se deshacen.
El proceso de elaboración de las muñecas se realiza en base a una cruz de madera que se forra de sucesivas capas de papel y cartón. Las capas finales lucen coloridas capas de papel cebolla para darles el motivo que sus artífices desean.
Los Judas, por el contrario, al no quemarse, se elaboran con ropas usadas o viejas rellenas de paja y con las extremidades cosidas.